jueves, 30 de agosto de 2012

Loa Chacras 7ª y última parte





  CHACRA CORONA


Se localiza en la parte superior de la cabeza donde los bebes presentan la fontanela.
 Cuando está activado se visualiza como color violeta. Aunque frecuentemente se ve de color blanco por su alta vibración.
Está vinculado elementalmente con la energía y el pensamiento cósmico.
La mente va asimilando la existencia, confiriéndole sentido, y construyendo el sistema de creencias. Estos son los programas maestros a partir de los cuales edificamos la realidad. Por eso, éste chacra es el chacra maestro.
Funciona como una antena, un receptor de la energía divina que llega a nosotros en la forma de inspiración, guía y protección. Nos pone en contacto con lo eterno, lo que no muere, la parte permanente. Es la conciencia de uno mismo y del universo al mismo tiempo.


El chacra corona nos regala un estado iluminado de conciencia mientras nos movemos en la incertidumbre de la vida. Con este chacra abierto y funcionando correctamente, advertimos y experimentamos la presencia de la guía divina en todo lo que hacemos. Nos inspira y alienta mientras recorremos el camino que hemos elegido.
(  Nota: no se puede ver más allá de las elecciones que no entendemos)

La consciencia, darse cuenta, de que formamos parte del todo y de que el todo es parte de nosotros se convierte en una realidad experimentable y dinámica cuando se abre este chacra.

Se abre tardíamente en la vida, una vez que se ha aprendido la naturaleza espiritual de la existencia y a ser capaz de afrontar la responsabilidad de ser quién eres.

Cuando se desarrolla por sus propios medios, la persona está preparada para asimilar las verdades espirituales y vive libre del ego y receptiva a la voluntad del Ser. Las personas que siguen un camino espiritual pueden abrir el chacra viviendo la vida según sus verdades superiores, no las verdades de cualquier religión o creencia que provenga de otros.

Otra forma en que se puede abrir este centro es a través de la creatividad. Cuando encontramos armonía interna a través de la aceptación de un Ser superior, somos capaces de crear y manifestar esa  armonía en el exterior. Este chacra es el centro de la inspiración, la sanación, la belleza y la serenidad.
La serenidad es un aspecto importante de este chacra. Es más profunda y duradera que la calma y nos ofrece paz mental. Nos coloca en el presente y de este modo cualquier cosa que hagamos estará bien.

No hay resistencia, ni separación, no tiene importancia donde nos encontremos, ni que estemos haciendo, estamos viviendo el presente.
La verdadera serenidad proviene de la aceptación de los deseos, de las emociones y de la naturaleza de las cosas. Significa sentirnos cómodos con lo que somos. Este es el chacra que mantiene la comodidad necesaria para la estabilidad.

Cuando llevamos una vida consciente, somos seres espirituales. Nos identificamos con esa parte de nosotros mismos en la que somos uno con el Ser, uno con todo.
Todos estamos conectados con el Ser, nadie está desconectado de su Ser porque eso implicaría, no la muerte, la inexistencia. Por tanto si existes es porque estás conectado al Ser. Otra cosa es que no quieras conocerle, escucharle o saber de Él.
Es preciso reconocer al Ser cuando tenemos este nivel de conciencia. Las personas que están conectadas con el poder superior, saben que cualquier cosa que estén experimentando ahora, ha sido creado por ellos mismos y materializado por su Ser divino.
Los arquetipos, asociados a este chacra son el Gurú y el Egocéntrico.


ABIERTO

Es probable que la persona experimente con frecuencia su espiritualidad en forma muy personal y exclusiva. Esta espiritualidad no se define por dogmas, ni se expresa fácilmente con palabras.
Se trata más bien de un estado de ser, de un estado de trascendencia de la realidad que vivimos. Va más allá del mundo físico y crea en el individuo una sensación de plenitud.
El título de gurú no solo es aplicable a un místico que está sentado en la cima de una montaña meditando sobre la vida. Ese estado lo pueden lograr igualmente aquellos cuyo triunfo es tan grande como el del egocéntrico.
Sin embargo, el gurú tiene una perspectiva expansiva de su situación en el mundo. Puede concentrarse en objetivos específicos y alcanzables, pero sabe que hay infinitas posibilidades, más de las que la mente humana puede imaginar, a través de las cuales estos objetivos podrían realizarse. Por tanto, están abiertos y dispuestos a aceptar lo inesperado, lo extraño, las coincidencias.
El gurú acepta lo poco que sabe, por lo que confía en que su conexión con su ser superior le proporcionará siempre el camino o la respuesta adecuada.
Estos individuos irradian una calma interior que procede de una aceptación total de quienes son realmente, sin importarles lo que son. No son seres humanos intentando ser espirituales, sino seres espirituales aprendiendo las lecciones emocionales humanas.
Las personas que viven de acuerdo con la conciencia espiritual superior no suelen poner sus energías en las luchas por la vida. Se dedican a enseñar, a guiar y a inspirar a los demás para que encuentren su propia magia y cultiven sus propios dones. Se esfuerzan por ayudar a los demás a liberarse.
Las necesidades físicas mundanas de la vida cotidiana son de gran importancia para sostener a una persona que tiene una conexión con los reinos superiores.
El aislamiento y las conductas selectivas y exclusivas crean una fuerte sensación de separación. Sin embargo, a veces las personas que viven principalmente en los reinos superiores necesitan soledad y privacidad para calmar y proteger sus delicados sistemas.

Demasiado abierto

 Son personas psicóticas o maníaco depresiva, con expresión sexual confusa, frustradas, con la sensación de que el poder no se ha realizado.
 
CERRADO

Cuando este centro está cerrado, la persona no tiene, probablemente ese sentimiento de existencia, de formar parte de todo, y no entiende de lo que hablan otros cuando se refieren a él.
El arquetipo disfuncional es el egocéntrico, que es arrogante y centrado en sí mismo. Su expresión común es "yo creo mi propia suerte".
 Por su concentración total en el mundo material y en la ilusión de que lo controla, el egocéntrico no tiene conciencia de lo divino, ni relación alguna con ello.
Estos adictos del control se consideran totalmente responsables de todos los beneficios que consiguen en la vida. Ciertamente, su bienestar psicológico depende en gran parte del éxito material, pues los egocéntricos se identifican exclusivamente con lo que hacen, no con quienes son.
El problema es que están tan atareados concentrándose en su destino que se olvidan de disfrutar del viaje, y su tendencia a la adicción al trabajo a menudo los deja solos y sin gratificación a los niveles más profundos.
La perspectiva del mundo que tiene el egocéntrico es mecanicista, pues no tiene tiempo para nada que no se pueda explicar lógicamente. Por eso no consigue obtener beneficios de todo lo que de misterioso e inexplicable hay en la vida.
A veces, quizás muy tarde, cuando los atavíos del éxito, sobre todo el estatus en el trabajo, ha desaparecido con la jubilación o porque ha perdido el empleo o porque su salud sufre por causa del estilo de vida que ellos han elegido y consideran bueno, los egocéntricos se ven obligados a enfrentarse a su bancarrota espiritual.
La autodeterminación y el rígido control de su propia vida hace que valoren más el materialismo, para descubrir (cuando ya no tiene significado), que carecen de los recursos interiores necesarios para obtener más de la vida.

Bloqueado

Son personas constantemente agotadas, que no pueden tomar decisiones y no tienen sentimientos de pertenencia.

Equilibrado
Son personas magnéticas que logran milagros en la vida, son trascendentes y están en paz consigo mismos.