miércoles, 29 de marzo de 2017

Los Poderes Psíquicos

Estamos acostumbrados a los 5 sentidos que estudiamos en el colegio: vista, oído, gusto, olfato y tacto; pero resulta que eso no es correcto, del todo. Tenemos 5 sentidos físicos con sus correspondientes órganos, aunque los órganos sólo reciben las señales porque es la mente, el cerebro, quien se encarga de interpretar y dar sentido a esas señales.
A esto debemos sumar la intuición o sexto sentido, no reconocido por la ciencia ortodoxa, sentido que nos capacita para la percepción extrasensorial o los poderes psíquicos. A la ciencia que estudia estos fenómenos se le llama parapsicología.
 
 Incluso la ciencia acepta como nuevos sentidos: la termocepción o sentido térmico, el sentido del equilibrio o equilibriocepción, la nociocepción que es la capacidad para sentir dolor y la propiocepción que es la capacidad de saber dónde están las distintas partes de nuestro cuerpo.
 
En la percepción extrasensorial o sexto sentido, no intervienen los ojos, ni la mente lógica, ni ninguno de los 5 sentidos habituales; se activan los mismos mecanismos y partes del cerebro que usamos cuando soñamos, hacemos representaciones artísticas o usamos la imaginación para visualizar. De hecho el talento artístico está muy relacionado con el desarrollo de los poderes psíquicos.

 Mi idea personal acerca de la percepción extrasensorial es que no se trata de un don, o un superpoder, sino de una habilidad. La capacidad de percibir psíquicamente información es algo que todos los seres humanos podemos realizar, ya que todos tenemos una mente, un cerebro que es quien nos capacita. Pero desde pequeños nos dicen que no podemos, nos programan para rechazar, negar e ignorar toda información que provenga de la intuición o sexto sentido, entonces la habilidad no se desarrolla.

Bien después de esta introducción vamos a hablar de los distintos poderes psíquicos que podemos desarrollar.
 
Telepatía
 
 Es la percepción a distancia del pensamiento de otra persona, de mente a mente, sin que intervengan ninguno de los 5 sentidos. Es la capacidad de conocer los pensamientos de otra persona sin que haya ningún tipo de comunicación, verbal o no verbal. La telepatía necesita 2 mentes una que es la emisora del mensaje y otra que es la receptora.
 Es posible transmitir palabras, sentimientos, actitudes, ideas, movimientos y dibujos. Aunque el mensaje raramente es transmitido íntegramente porque el emisor y el receptor dejan en él huella de su mentalidad, en cierta manera la mente distorsiona el mensaje, ya que intenta dar sentido a todo lo que percibe, perjudicando así la semejanza entre el mensaje enviado y el mensaje recibido. También es cierto que los lazos afectivos favorecen la comunicación telepática en cantidad de mensajes y en la calidad de los mismos, sufren menos distorsión mental y son más frecuentes. 
 
 
Precognición, Premonición, Presentimiento o Profecía
 
La precognición, la premonición y el presentimiento son lo mismo, son sinónimos y normalmente referidos a acontecimientos futuros que afectan a uno o pocos individuos. Sin embargo, aunque profecía también viene a ser lo mismo, suele aplicarse al ámbito religioso o cuando el acontecimiento afecta a un gran número de personas.
 
Es la capacidad de conocer hechos, con anterioridad a su acontecimiento, que no pueden ser deducidos a partir de la información adquirida en el presente mediante los sentidos.
La mayoría de las veces la precognición que experimenta el individuo no obedece a su voluntad y ocurre de una forma inesperada y espontánea, en estado de vigilia o de sueño

 La precognición puede ocurrir segundos, minutos, horas o incluso años antes del acontecimiento. Se puede manifestar de diferentes maneras: despierto y de forma espontánea, a través de sueños precognitivos y a través de una experiencia fuera del cuerpo o desdoblamiento astral. Esta proyección astral permite proyectar la conciencia fuera del cuerpo para conocer acontecimientos venideros, objetos, personas y escenas del tiempo futuro.
 
 Clarividencia
 
Clarividencia significa ver claramente, es la capacidad de percibir información, sin conocimiento previo, que fluye a la mente de forma automática. Se puede obtener información sobre objetos, personas, sentimientos, lugares, sucesos o eventos contemporáneos sin que intervengan ninguno de los 5 sentidos. El clarividente, a través de la intuición, percibe o siente en forma de emociones, imágenes o escenas.
Se diferencia de la telepatía en que la información se obtiene directamente, no se transmite desde la mente de un individuo a otro.
Algunas variaciones sobre esta capacidad son la clariaudiencia y la clariempatía.
 
Clariaudiencia
La clariaudencia es la capacidad de captar sonidos, música y voces que no pueden ser percibidas a través del oído normal.
Es muy frecuente que puedan escucharse voces y sonidos clariaudientes en los estados que se producen cuando nos encontramos a punto de dormir, en meditación, en estados alterados de conciencia o en hipnosis. 
             También puede manifestarse como una voz interior que se distingue claramente de la voz interior que tiene la persona.     
       
Clariempatía
 Es la capacidad para sentir lo que otros sienten, sus emociones o los cambios que se producen en ellas.
 
 El término clarividencia se utiliza a menudo para referirse a otras formas de cognición extrasensorial, como la percepción de los acontecimientos que han ocurrido en el pasado (retrocognición), o los que ocurrirán en el futuro (precognición, premonición o profecía), o para referirse a la comunicación con los difuntos (medium).
 
 
 Mediumnidad
 
Es la facultad para contactar y canalizar a nuestro mundo material, entidades que habitan en otros planos o dimensiones. El medium empatiza, entiende, interpreta y conceptualiza los diversos estímulos y variaciones energéticas, provenientes no sólo de energías organizadas (espíritus) sino de todo tipo de energías, que el medium interpreta como respuestas concretas.
 
El tipo más común es el que percibe la energía remanente de los recientemente fallecidos, aunque también puede percibir cargas electromagnéticas de sucesos en los que exista una gran intensidad emotiva. Recibe impresiones sensoriales muy claras y la información concreta de la energía acumulada.
 
El fallecido o desencarnado, separado por la muerte de la materia, no tiene ya acción alguna sobre ésta, ni puede manifestarse en el mundo material sin una fuerza, sin una energía que toma prestada del médium.
La facilidad para comunicarse un espíritu y un medium depende del grado de afinidad, de empatía que haya entre los dos. Así que pueden conectar fácilmente o pueden rechazarse, entonces no habría posibilidad de intercambio energético entre ambos, no habría comunicación.                      
  
Psicoquinesis
 
Es la facultad psíquica para mover objetos a distancia sin que intervenga la fuerza muscular. Lo producen, con frecuencia, los jóvenes y adolescentes. No hay que confundir con un fenómeno poltergeist, donde el movimiento de objetos lo produce una energía, entidad o espíritu que trata de manifestarse. En la psicoquinesis el movimiento lo produce la mente de una persona, normalmente adolescente ya que poseen una gran carga energética y emocional derivada de sus cambios físicos y del despertar de la sexualidad.
 
Bilocación o Visión Remota
 
 
Es la capacidad psíquica para estar al mismo tiempo en dos lugares distintos.
Está relacionada con la clarividencia, la capacidad de ver objetos, personas y lugares distantes y discribir sucesos que están ocurriendo allí en ese momento.
 
 
En la visión remota el sujeto conscientemente se desdobla, proyecta su conciencia fuera del cuerpo y la dirige intencionadamente hacia el objeto, persona o lugar que quiere observar. Se diferencia de la precognición en que ésta suele darse espontáneamente sin que la persona tenga intención de tener una premonición, sin embargo en la visión remota hay una intención y dirección concreta, la persona se dirige hacia lo que quiere "ver" a distancia. Se diferencia de la clarividencia en que aquí hay desdoblamiento, el cuerpo físico está en un sitio y la consciencia en otro, mientras que el clarividente percibe la información sin que su consciencia se desplace a ningún lugar. 
 

miércoles, 8 de marzo de 2017

LA POSESIÓN


Se definiría como la pérdida gradual de control del sujeto sobre sí mismo. El huésped (persona poseída) va perdiendo progresivamente el control, la voluntad y a veces la memoria cuando está poseída. A mayor grado de pérdida de control y voluntad del huésped mayor es el grado de posesión.
 Lograr la posesión requiere tiempo e inteligencia, por tanto, puede poseerte cualquier entidad capaz de hacerlo. No sólo poseen los espíritus inferiores, de bajo astral y demonios; también desencarnados, fallecidos, seres de otras dimensiones,...incluso otra persona con programación mental. Tampoco es un fenómeno contínuo, sino que la entidad poseedora toma el control cuando quiere y no necesariamente todo el tiempo. Para comprender de una forma amplia el fenómeno hay que entender porqué una entidad quiere poseer:


Porque encuentra descanso o algún tipo de alivio para sí mismo.
 
 Porque el cuerpo está conectado al alma y al ser, y si puede controlar lo exterior, podrá controlar a la persona impidiendo su libertad de acción.


 Hay 4 niveles de posesión según el grado de afectación sobre el huésped. Vamos a ver los distintos grados de posesión pero desde la perspectiva de ambas partes.













MANIFESTACIÓN

Entidad 


La entidad poseedora se siente atraída por el huésped y trata de influenciarlo para conseguir conectar. Necesita encontrar puntos de conexión, anclarse o asirse y entrar en el interior del huésped. Intenta entierrarse u ocultarse en las capas o cuerpos del ser humano: emocional, mental, astral... y entra específicamente en la mente  y en el sistema nervioso.

 Estas influecias pueden ser en forma de sugerencias a la mente, falsificaciones y engaños o un falso guía para conseguir que confíes.
 

Huésped



Comienzan a aparecer una serie de manifestaciones en la vida del individuo por la presencia de esa entidad. Sonidos de pasos, voces, objetos... Fenómenos poltergeist, cosas que se mueven sin explicación o que desaparecen. Sensaciones de presencias o de que no se está solo, como si hubiera alguien o nos estuvieran observando, cambios bruscos de temperatura. Sensación de miedo o malestar. Sentir que alguien nos toca o nos llama. Todo ello sin causa racional que lo justifique.





 Si solo ocurren estos fenómenos no quiere decir que haya posesión, sino que éstos son los síntomas de que una entidad nos ronda y como tal aparecen manifestaciones. Pero pudiera ser que no quiera poseernos y sólo comunicarse con nosotros de alguna forma. Sin embargo todas las posesiones comienzan aquí en la manifestación.
 


INFESTACIÓN

Entidad 

Una vez que la entidad se nos ha manifestado, si se trata de una entidad que quiera poseernos comenzará a molestarnos. Tratará de influirnos mental y emocionalmente, de confundirnos o engañarnos haciendonos creer que esos pensamientos y emociones son nuestros, pero en realidad es la entidad quien manipula la mente del huésped. Esta es una falsificación del yo mediante sustitución.
 En esta fase trata de anclarse al huésped, quiere influir en la persona hasta tomar el control de ella, mediante pensamientos admitidos en la mente, pasividad mental, falta de control mental o de razonamiento. Ausencia de la capacidad de decisión o de la voluntad.
  Las acciones derivadas de los efectos de este control mental ceden a la entidad el terreno y es lo que le proporcina el asidero.


Huésped

 La persona piensa todo el tiempo que es él mismo. No distingue entre los pensamientos propios y los que son inducidos. Tampoco se da cuenta de que los sentimientos que tiene no son los suyos.
Sabe que algo pasa pero no se da cuenta de qué es y busca explicaciones que justifiquen esos cambios. No obstante algunas alarmas deberian saltar, sobre todo, para un observador que conozca al huésped, y son una actitud de infalibilidad, antagonismo a la verdad, incapacidad de razonar o escuchar a los demás, intranquilidad o desasosiego y centelleo o leve pérdida de memoria.

  




OPRESIÓN

Entidad 
La entidad comienza a afectar a la persona psicológica, física y emocionalmente. El huésped empieza a perder el control de los pensamientos y sentimientos que tiene. El acoso es asfixiante y no da tregua a su huésped que está exhausto y confundido. El objetivo es hacer que la víctima renuncie a la lucha o a la voluntad.

Obsesiona la mente del huésped con una idea dominante y recurrente, que destruye su paz y nubla su vida, o falsifica una experiencia que el huésped acepta sin cuestionar.


Huésped
 El huésped empieza a sentirse como si tuviera doble personalidad. Porque el intruso se manifiesta esporádicamente, durante un determinado espacio de tiempo, como ataque o crisis, tras el cual se recupera y conserva la personalidad original. Es decir, pasada esa crisis se comporta y se siente natural y normal entre lo que se describen como episodios de crisis pero que realmente son períodos de manifestaciones del intruso.



POSESIÓN

Entidad 
El entidad ahora tiene el control sobre los pensamientos, emociones y la conducta del huésped. Cuando la posesión está totalmente desarrollada generalmente se reconoce porque otra inteligencia distinta oscurece la personalidad del huésped y habla a través de sus órganos vocales, con una voz alterada, que expresa pensamientos o palabras no intencionadas, o sólo parcialmente queridas por el sujeto.
 La víctima es obligada a actuar de forma contraria a su carácter natural.
 Y el cuerpo está gobernado por una energía extraña, los nervios y los músculos se retuercen en contorsiones, y convulsiones.
  
  Huésped





Ahora la manifestación es continua y la personalidad original del individuo está totalmente desvirtuada, y su lugar es suplantado por otra nueva personalidad  totalmente desconocida. Cuando la víctima está siendo poseída por lo general se escucha una voz extraña, cambia la personalidad y el comportamiento incluso los rasos faciales, la expresión y el rostro es distinto.
Cuando cesa el ataque o posesión la persona siente una debilidad general, letargo mental y corporal, irritación, intranquilidad, impaciencia, incorregibilidad, pérdida de la capacidad de decisión, de visión moral o de equilibrio en el razonamiento, prejuicios sin razón, espíritu de división. O por el contrario excesivo optimismo o una exagerada opinión de sí mismo.






Finalmente aclarar que la parasitación y la posesión son 2 fenómenos distintos. Quien parasita está tratando de alimentarse, de obtener energía, mientras que quien posee quiere el dominio sobre los actos, pensamientos y la voluntad de la víctima.
 Aquí dejo unos enlaces a otras entradas que complementan este tema.