jueves, 3 de enero de 2013

Parásitos de la energía vital

Parásitos en el plano astral

 Recordemos una de las reglas de Hermes, “Como es arriba, es abajo; y como es abajo, es arriba”.

Dicho esto ahora hablemos de todo lo que vive en el astral (arriba) y puede alimentarse de nosotros.
Así como el cuerpo puede sufrir infecciones causadas por bacterias, virus, hongos y parásitos, también el cuerpo energético puede sufrir una infección causada por diversos “parásitos” astrales.
El principal objetivo de estos parásitos es el de alimentarse de la energía vital del huésped. Sin la energía vital, desaparecerían.


Los parásitos astrales

Pueden localizarse en diversas zonas del cuerpo, en los chacras, o en el espacio que envuelve a los órganos, provocando dolor y enfermedades, que si no son tratadas terminan manifestándose físicamente.
En el plano mental, los parásitos astrales pueden causar obsesiones, ideas recurrentes, hábitos destructivos, y neurosis.
Estas criaturas astrales atraídas por la versión astral del componente químico de sustancias como el alcohol, el azúcar, los alimentos grasos, las drogas; provocarán en el huésped el deseo de consumir dichas sustancias. Cuanto más se alimentan, más crecen provocando un círculo vicioso muy difícil de romper. También se reproducen, de la misma forma en la que se reproducen los parásitos en el cuerpo.
Los parásitos astrales son conscientes de su necesidad de alimento pero de nada más.  Son como animales, se mueven por instinto: alimentarse, de la energía de un ser vivo, reproducirse, infectando a otros y sobrevivir como sea.

El ente parasitario

Para definir al ente tengo que explicar brevemente de donde proceden.
Nuestro cuerpo astral tiene forma redondeada pero en el exterior el borde no es liso, toda la circunferencia está rodeada por una corona radiada. Como un sol, con los rayos solares.
A veces se nos desprende un fragmento que puede ir parar al aura de otro ser, y si encuentra alguna conexión podría sobrevivir, alimentándose de la energía vital del  huésped. Como ese fragmento proviene de un ser, posee emociones y recuerdos del ser originario parciales, que son implantados de algún modo en el huésped. El fragmento no sólo se conecta energéticamente sino que se integra, alterando las emociones y pensamientos del huésped.
Esto es en cuanto a un fragmento, imaginad ahora en el momento de la muerte de un ser, que toda su cáscara astral estalla en mil pedazos, lanzando miles de esos fragmentos en todas direcciones… entender ahora como algunos comportamientos son endémicos en algunas familias. Es imposible no tener fragmentos de otros familiares tuyos.
Tiene un cierto grado de inteligencia, que puede ser comparable al de cualquier ser humano no desarrollado espiritualmente. Cuando les interrogas no avanzas en la comunicación. Siempre te cuentan lo mismo…si lo que tienes suena como la misma historia una y otra vez…tal vez es un fragmento.

La entidad parasitaria

Este ya es más peligroso. Tiene inteligencia y astucia. Las entidades astrales parasitarias pueden engañar a la gente de la misma forma que los seres humanos engañan a otros seres humanos. Pueden hacerse pasar por difuntos, aprovechando el apego emocional de la persona que ha sido elegida como “objetivo alimenticio”.
Pueden también hacerse pasar por guías, por maestros ascendidos, por el Yo Soy ...
Cualquier disfraz es bueno si tiene como resultado atrapar al ser humano: primero energéticamente, luego a nivel de la voluntad, luego a nivel del cuerpo, y finalmente, a nivel del espíritu; estado extremo de control que devendría en lo que se conoce como “posesión.”
En cuanto al plano mental, la entidad astral interfiere con los pensamientos del huésped, provocando ideas recurrentes que, inevitablemente, terminan por afectar la conexión entre las neuronas cerebrales.
La neurología nos enseña que una idea repetida refuerza la conexión entre las neuronas relacionadas con esa idea. Ésta es la base del aprendizaje. Si esa conexión no se refuerza, la idea se va desvaneciendo.
Cualquier idea traza un camino de conexiones neuronales que, si es reforzado constantemente, produce una “fijación” del camino trazado por esa idea. Así se crean redes de asociaciones. Dependiendo del camino que estas redes tomen, activarán diferentes cambios químicos en las células. Ya tenemos como a través del pensamiento, hemos modificado físicamente a nuestro huésped.

Los pensamientos negativos

A menudo, los pensamientos negativos o de baja vibración que nos rodean pueden hacernos sentir especialmente mal en momentos en los cuales no estamos vibrando a una alta frecuencia. Estar en un ambiente de personas que no nos desean el bien, o que envidian algo que tenemos o, incluso, algo que somos, puede terminar afectándonos si lo permitimos.
Cuando estamos vibrando a una alta frecuencia, las vibraciones inferiores no pueden afectarnos. Pero desde el momento en el que nosotros nos salimos de las altas frecuencias, todas estas energías inferiores pueden hacernos daño.
Esas energías tardan en afectar al cuerpo físico, pero con el tiempo sentiremos que nos falta energía, las cosas parece que no nos salen bien, pensamos negativamente, e incluso con el tiempo notaremos dolores y molestias físicas.
El típico mal de ojo no es otra cosa que esto. No son seres vivos ni seres espirituales, sino energía proyectada con mala intención que se queda en nuestra aura, pudiendo llegar a perforarla. Se les llama larvas porque esa energía para los clarividentes se percibe como unos gusanitos o hilillos.

Factores de riesgo para ser parasitado

Así como el cuerpo físico cuenta con un sistema inmunológico que nos protege, también el aura cuenta con defensas. La infección siempre sucede por un debilitamiento o perforación del aura.
Algunas circunstancias nos colocan en situaciones de riesgo:

La muerte de un pariente cercano, familiar o amigo.

Al estar triste, deprimido o bajo una emoción negativa bastante intensa; Tus vibraciones bajan de frecuencia, ya que sentimientos como miedo, angustia, pérdida producen vibraciones más bajas. Estos seres se sienten atraídos por las vibraciones de los familiares y amigos, es como ofrecerles comida.
Por tanto atraes su presencia y si mantienes tus bajas vibraciones consiguen perforarte el aura. También hay alto riesgo de recibir un fragmento y que se te inserte en el aura.

Aborto

Independientemente de que sea natural o inducido. No hacemos distinción. Es lo mismo que lo anterior pero la posibilidad de que el cuerpo astral del feto estalle dentro de la madre es casi del 100%. De ahí los malestares que sienten las mujeres después de un aborto. Todas las mujeres que han experimentado un aborto tienen fragmentos en el aura si no se han hecho una limpieza energética.

Líneas telúricas

Son unas líneas de fuerza que se encuentran por toda la tierra. Canalizan la energía del planeta. Son muy utilizadas para cualquier ritual o para construir monumentos y templos. Pero son muy nocivas para vivir sobre ellas, nos afectan y debilitan las defensas de los cuerpos sutiles.

Drogas y cirujía

Evidentemente es casi imposible que obtengas un parásito por fumar  marihuana o por beber unas copas de vino, pero los excesos también afectan a las defensas de los cuerpos sutiles. También dormir y descansar poco, y a deshora, puede afectar nuestras defensas.
No obstante algunos narcóticos, como el que se utiliza para la anestesia si dejan deprimidas las defensas de los cuerpos sutiles.
Los lugares donde no entra la luz del sol, y que el aire es movido por aparatos, como puede ser un quirófano; son lugares donde si entran, será muy difícil que puedan salir, como he dicho antes, son poco inteligentes.

Desgastes energéticos

Por esto los practicantes de magia y todos los que intentamos hacer cosas con las energías, tenemos que tener especial cuidado. Si agotas tu energía se lo pones más fácil ya que terminas debilitando tu aura.

 
Trastornos que estos seres provocan

Estos seres se alimentan de nuestra energía vital causando desajustes y bloqueos energéticos. Ya que son cuerpos extraños que se alimentan de nuestra energía, llegando incluso a causar problemas físicos que desaparecen cuando eliminas el parásito.
Piratean nuestra mente para manipularnos, debilitarnos y que adquiramos  algún tipo de adicción o tengamos cierto tipo de antojos que suelen ser los que ellos prefieren, beber, sexo, azúcar etc.
El sujeto con un parásito sea del tipo que sea, no lo percibe, no se puede percibir porque crees que forma parte de ti. Pero comienza a tener ideas y pensamientos que partiendo de cualquier punto siempre llegan al mismo sitio (idea recurrente). El sujeto no quiere pensarlo y empieza otro hilo de pensamiento pero poco a poco su mente vuelve a tal idea. Cuando piensa en la idea recurrente, que normalmente es percibida como nociva para el sujeto, libera unas emociones relacionadas con tal idea.
Pero realmente es el parásito alimentándose de esas emociones. Cuanto más se alimenta más fuerte es, y la idea recurrente empeora, necesita cada vez más emociones fuertes (tiene cada vez más apetito). El sujeto sigue con su fijación, sin entender y controlar lo que le ocurre.

Los estragos que puede hacer en la mente del ser que parasita, son: confusión, neurosis, ansiedad, estados de euforia y pesimismo no habituales, pensamientos nocivos, depresión, falta de voluntad para cambiar o emprender alguna cosa…
Cualquier cambio de actitud, conducta, en los patrones de pensamiento, emociones, sensaciones que no pueda ser justificado debe ser observado y contrastado con el conocimiento de ti mismo que ya posees.

Si después de todo esto sospechas que tienes algún tipo de parásito, seguro que quieres librarte de él, te doy algunas recomendaciones:

Limpia tu casa y los lugares donde sueles habitar, sobre todo presta atención a esas zonas en las que tiende a acumularse y aparecer más cantidad de suciedad. Límpialas y mantenlas limpias.

La sal tiene la capacidad de secar a estas criaturas porque absorbe la humedad. Echa sal por tu casa, báñate en agua con sal.

Intenta visualizar tu aura

La luz de la llama violeta es esencialmente luz espiritual. La utilizamos para librarnos de viejos pensamientos y transformar situaciones negativas que se nos vienen repitiendo a lo largo de nuestras vidas. Este rayo es utilizado normalmente para la limpieza del karma, pero se puede utilizar para limpiar el aura ya que limpia y transforma todo tipo de energías convirtiéndolas en otras nuevas más aprovechables.
La llama violeta proviene de la séptima esfera o rayo de sabiduría, que en los planos superiores nos acerca a nuestro origen divino. Hay siete esferas o rayos principales, aunque nos vamos a ocupar solamente del séptimo, ya que su energía es la que utilizaremos.
La puede usar cualquiera en cualquier momento, simplemente visualizándonos a nosotros mismos o a la situación que deseemos transmutar, envueltos en una gran llama de color violeta (brillante, no opaco), permitiendo que ésta actúe llevándose cualquier energía que ya no necesitemos.
Recordar que después de utilizar la llama violeta o seguir cualquier proceso de purificación, habrá consecuencias, malestares físicos y emocionales sobre todo, producidos por el movimiento de las energías. Estas molestias van desde un par de días a 2 semanas. Este proceso de reacomodo es totalmente natural, viene a ser un periodo de convalecencia y recuperación.


 Otro método para combatir a estos parásitos es en contacto con la naturaleza. Date un paseo por el bosque y ve apoyando la espalda unos minutos en distintos árboles, ellos son seres poderosos y capaces de procesar parte de esa energía y reutilizarla en su beneficio.


Espero que este artículo haya sido de ayuda. Para más información sobre los parásitos recomiendo leer: Entes, parásitos del cuerpo energético, de Samuel Sagan, disponible gratis en su página.

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