viernes, 21 de febrero de 2020

MENTE MÍSTICA: REENCARNACIÓN

LA REENCARNACIÓN







Para que exista la reencarnación tenemos que partir del hecho de que el alma existe y de que hay vida después de la muerte. El hecho de que existe "algo" después de la muerte es inherente en todas las religiones, las de oriente que creen en la reencarnación, como el budismo, hinduismo o taoísmo, entre otras. Y las de occidente con la existencia del cielo/infierno. También tenemos grandes filósofos como Pitágoras y Platón que creían en la reencarnación.

Sobre las experiencias cercanas a la muerte ya hablamos, os dejo un enlace por si queréis repasarlo.


  Hay numerosos autores que han publicado investigaciones sobre niños que recuerdan una vida pasada y personas que recuerdan haber vivido en otra vida, o testimonios de personas que han tenido una experiencia cercana a la muerte como Raymond Moody, Ian Stevenson, Carol Bowman, Michael Newton...


Sobre la existencia del alma o espíritu puedo decir que definirnos sólo como un cuerpo es una definición muy pobre del ser humano. Somos mucho más que un cuerpo físico, están nuestros pensamientos, emociones, deseos, miedos, ética... Si tan sólo somos un cuerpo físico adonde va la energía cuando morimos y de dónde proviene cuando nacemos. Ya sabemos que la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma según Einstein. Y la materia es una forma de energía.


 Parece ser que según vamos creciendo, la nueva existencia eclipsa el recuerdo de estas otras vidas. Y cuando llegamos a la edad adulta ya no nos quedan recuerdos conscientes de estas otras vidas. Cuando crecemos y maduramos. nuestra actual vida. nos absorbe tanto que relegamos a un segundo plano las memorias y los recuerdos de esas otras vidas, quedando en el inconsciente y el subconsciente de la persona.

Si buscamos indicios de otras vidas podríamos encontrarlos en aficiones muy marcadas de la infancia, fobias sin explicación ,habilidades no aprendidas o estudiadas, marcas corporales o dolencias crónicas sin causa médica, la intuición o los déjà vu... Estos indicios se explicarían a través de la existencia de vidas anteriores. Vamos a profundizar en estos indicios:

Aficiones muy marcadas: Si cuando eras pequeñ@ te encantaba jugar con trenes, tanques, coches o algún vehículo en concreto, una muñeca, o un peluche... hasta el punto de que no jugabas con nada más. O el juego que tenías era siempre el mismo, escenificabas una y otra vez el mismo juego de manera recurrente. Tal vez eras un personaje y siempre eras el mismo personaje.
Si solías jugar siempre a lo mismo ahí tienes una relación con una vida pasada cuyo recuerdo se abría paso en tus juegos.

Habilidades no aprendidas: Te has dado cuenta de si tienes una habilidad o talento que no te han podido enseñar tus padres, cuidadores o profesores. Siempre has tenido una habilidad innata que no sabes de donde proviene. Por ejemplo: habilidad literaria, musical, de comunicación, destreza manual, creatividad, inventiva, de percepción, habilidad plástica...
Éstas habilidades también pueden darte pistas acerca de tus vidas pasadas.

Fobias que no se explican a través de una mala experiencia o trauma: Llamamos fobia a un miedo intenso y exagerado, en este caso que no provenga de una mala experiencia o trauma. Por ejemplo si tienes fobia a los perros pero te mordió uno cuando eras pequeñ@, esa fobia tiene explicación a través del trauma que te provocó el ataque. Pero si tienes fobia a los perros y sin embargo jamás has tenido una mala experiencia con ellos... Tal vez esa fobia tiene su origen en un trauma ocurrido en otra vida, tal vez fuiste devorado por lobos.

     ¿De qué tienes miedo sin causa? De la oscuridad, de los espacios cerrados (claustrofobia), a las alturas (vértigo), a las serpientes, arañas, de los gatos.... Nuestros miedos sin razón que los justifique y en mayor intensidad en forma de fobia, también nos da pistas acerca de traumas ocurridos en otra vida, generalmente tiene que ver con muertes traumáticas que hemos experimentado en otras vidas.

Marcas corporales o dolencias crónicas: Tener en cuenta que me refiero a marcas o dolencias sin causa médica que lo justifique. De igual modo esa marca o dolencia tiene su origen en algo que ocurrió en otra vida, normalmente asociado a un hecho traumático o con la muerte. Por ejemplo sufres de un dolor crónico en el mismo sitio de la cabeza o de la espalda, naciste con una marca en la frente o en el cuello. Pues tal vez te dispararon en ese sitio. Quizá te falta un dedo de la mano o del pie... tal vez te lo amputaron.

La intuición: Me refiero a esa sensación de haber vivido ya esa situación o haber estado ya en ese lugar (déjà vu), o de haber conocido ya a esa persona a la que acabas de conocer. Esa sensación de que alguien te agrada o no te gusta sin siquiera haberla conocido. Todos hemos tenido esta serie de experiencias en nuestra vida y la reencarnación nos puede brindar muchas respuestas para entender esas sensaciones.

También el hecho de sentirnos atraídos por una época concreta del tiempo, una cultura o un lugar sin razón aparente nos puede dar indicaciones de la existencia de vidas pasadas. Tal vez te atrae la época medieval, los años 20, los campos de concentración... Te interesa la cultura maya, celta,... desde siempre sin que tu vida esté relacionada con ello. O algún territorio, país o lugar en concreto es objeto de fascinación por tu parte.


Para concluir podemos decir que el hecho de habernos reencarnado es más que probable, pero la cuestión de recordar esas vidas pasadas, tal vez, no sea algo positivo para nosotros. Por eso creo que es la razón para olvidar y no recordar esas vidas pasadas. Ya tenemos suficiente con una vida, sería demasiado confuso y pesado tener recuerdos de otras vidas que nos traerían confusión y carga a la existencia actual. 
Y pienso que si hay algo positivo para nosotros en una vida pasada de algún modo lo recordaremos a través de sueños, intuiciones y situaciones recurrentes que tenemos en algún área de nuestra vida actual. 

Sin embargo parece ocurrir que muchos niños tienen recuerdos no vividos hasta los 2 o 3 años, siendo el porcentaje de niños que recuerdan hechos de otras vidas mucho menor hacia los 8 años. Y cuando llegamos a edades mayores ya no tenemos esos recuerdos. Podría ser por la educación recibida, la insistencia de padres y profesores que nos aclaran que todo eso son fantasías. Pero sí es cierto que en culturas donde la reencarnación es religión son muchas más las personas que tienen esos recuerdos.

Espero que os haya gustado!!