En
el momento de morir la conciencia se retira de los sentidos, como si del apagado de un viejo
televisor se tratara. Finalmente lo borroso incluso desaparece. Ninguna
sensación táctil, ninguna sensación olfativa, ningún sabor se percibe. La
conciencia se retira de los cinco sentidos, del cuerpo físico. Finalmente la
misma respiración se detiene. Uno inhala su última larga respiración y luego con
un suspiro exhala, entonces hay un largo silencio, calma y paz, y ya no se
vuelve a inhalar. Para aquellos presentes parece como si la persona estuviera
inconsciente.
Pero está
tremendamente consciente, mucho más consciente de lo que ha estado en vida, se
siente mucho más vivo que antes. Aunque ya no percibe por los sentidos físicos,
se empieza de nuevo a oír y a ver, en la realidad. Para algunos es el paraíso,
para otros una habitación blanca, para otros un túnel. Todo depende de las
creencias del recién descarnado. Si es cristiano, ve a Cristo, si es ateo verá
familiares fallecidos.
En este
momento, ocurre una experiencia, verás la Clara Luz.
Nosotros lo conocemos como la visión retrospectiva que tienes de la vida. Esa
pantalla donde se ve toda tu vida, de los casos que nos han contado los que han
tenido una experiencia cercana a la muerte o ECM.
La Luz
de la Realidad
En ese estado de vívida consciencia, se experimenta por lo menos durante un instante, como si fuera un relámpago, la Realidad misma. Durante un instante cegador, esta Luz surge y luego desaparece. Esta experiencia para la mayoría de las personas dura solamente un instante. En el caso de personas que han meditado y han seguido caminos de conocimiento de sí mismos dura más tiempo.
En ese estado de vívida consciencia, se experimenta por lo menos durante un instante, como si fuera un relámpago, la Realidad misma. Durante un instante cegador, esta Luz surge y luego desaparece. Esta experiencia para la mayoría de las personas dura solamente un instante. En el caso de personas que han meditado y han seguido caminos de conocimiento de sí mismos dura más tiempo.
Esta experiencia es a la vez una
promesa y una amenaza, es sin duda uno de los momentos más trascendentes de tu “vida”,
aunque sea ya descarnado.
Una vez que has completado tu tiempo aquí, tu cuerpo
muere y tu conciencia es iluminada para entender que fue lo que pasó aquí. Es
una promesa para los que buscan respuestas y es una amenaza porque no podrás
evadir la Realidad.
Para
la gran mayoría cuando experimentan la Realidad resulta una
experiencia aterradora por 2 razones: la visión en sí misma y porque apenas
acabas de morir. La mayoría de las personas sienten un miedo intenso
cuando vislumbran esta revelación y retroceden. Se retiran ante ella. Es como
si lo último que se quiere es la Realidad. No podemos enfrentarnos
a la Realidad.
Pero
si uno no retrocede, no tiene miedo, se reconoce y se acepta, entonces en ese
momento uno puede unirse con la Realidad.
Pero para poder hacerlo debe reconocer a esa Realidad, a esa Luz, no como algo que proviene de fuera, ni como algo terrible, debe reconocer la Clara Luz como algo propio. Como el resplandor de nuestra propia Consciencia en su nivel más profundo y sublime.
Si no te asustas y la reconoces, puedes unirte, literalmente ser absorbido o ser uno con esa Luz. Uno ha logrado la Realidad, se ha emancipado del nacimiento y la muerte y el renacimiento.
Pero para poder hacerlo debe reconocer a esa Realidad, a esa Luz, no como algo que proviene de fuera, ni como algo terrible, debe reconocer la Clara Luz como algo propio. Como el resplandor de nuestra propia Consciencia en su nivel más profundo y sublime.
Si no te asustas y la reconoces, puedes unirte, literalmente ser absorbido o ser uno con esa Luz. Uno ha logrado la Realidad, se ha emancipado del nacimiento y la muerte y el renacimiento.
Consecuencias de la
Realidad
Una
vez que has estado bajo la Clara Luz, comienzan las proyecciones de tu mente o
las visiones. Ambas son las proyecciones de tu mente, positivas y negativas.
Son fogonazos de la realidad que eres, pero no te reconoces, ni reconoces como
tuyo tanta bondad y tanta maldad.
Si no reconoces tus propias
formas de pensamiento, si olvidas tu preparación:
Las luces te deslumbrarán,
los sonidos te atemorizarán,
las voces a tu alrededor te confundirán…
Recuerda la llave de las enseñanzas, todas las
interpretaciones son producto de tu mente.
Las
primeras son positivas estás, te ves y
sientes en la gloria, paz, perfección y belleza acuden a ti. Un paraíso a tu
medida. Incluso hay seres que te hablan, son bellos y sientes que te quieren…
Luego
llegan las negativas, ignorancia, desconocimiento, miedos y carencias se
muestran ante ti en formas negativas haciéndote sentir mal. Verás y oirás
ruidos y visiones que si te dejas llevar por ellas se acercarán para que
contemples toda la miseria de la que eres capaz.
Y
es la contemplación de todo el aprendizaje que te falta para llegar a los estados
de perfección que has contemplado lo que te hace buscar un nuevo cuerpo, otra
experiencia, otra oportunidad, mejor diseño de cuerpo, de mente, de ambiente en
el que nacer…
Una
vez que el desencarnado ha elegido volver a intentarlo se pone en marcha todo
lo necesario para volver a la vida. Pero como volvemos a la vida es tema para
otra entrada.
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