CREERÁS LO QUE QUIERAS CREER
Hace
ya muchos años que los budistas e hinduistas hablan de maya (ilusión) y brahman
(realidad). Según sus creencias todos vivimos en la maya que no es real es el
mundo de la ilusión. Según Buda tiene dueño, Mara, el señor de la maya.
Así que este concepto, de que es realidad y como la percibimos, hace
tiempo que el ser humano se lo cuestiona. Pero no hace falta acudir a las
religiones también tenemos a Platón, importante filósofo griego y su mito de
la caverna.
El Mito de la Caverna está en el Libro VII de La República. Es una
narración alegórica con la que Platón nos explica su teoría de la existencia de
dos mundos: el mundo sensible, el de las apariencias (que percibimos por los
sentidos) y el mundo de las ideas, el verdadero (solo alcanzable mediante la
razón) Describe, metafóricamente, la situación que guarda el ser humano ante
estos dos mundos del conocimiento.
Breve resumen del mito de la caverna
Dentro de una caverna se encuentran,
desde su nacimiento, unos prisioneros encadenados, inmóviles, sólo pueden mirar
hacia el muro del fondo. Los hombres ven reflejos en la pared y creen que es la
realidad, puesto que es lo único que han visto toda su vida. Imaginemos que uno
se escapa, consigue soltarse y puede ver donde antes no podía. Verá que detrás
de ellos hay una hoguera encendida, y un camino entre la hoguera y los
prisioneros por donde pasan unos hombres con toda clase de objetos que asoman
por encima de él.
En el muro del fondo se proyectan las
sombras de estos objetos y de los hombres que los portan. Es lo único que
pueden ver y que han visto los prisioneros durante toda su vida. Cuando el
fugitivo contempla esto está conociendo por primera vez las cosas reales. Una
vez en el exterior de la caverna estará deslumbrado por la luz del sol, no
logra distinguir entre lo verdadero y lo que creía verdadero. Mediante el
razonamiento, logra distinguir entre la idea que tiene de las cosas y lo que
realmente son las cosas.
El mito continúa en el supuesto de que
el fugitivo vuelve a la caverna a contarles lo que ha visto e intentar liberarles
para que también conozcan la realidad. Cuando vuelve sus compañeros se burlan
de él porque ahora ya no distingue las sombras tan bien como ellos, creen que
se le han estropeado los ojos en el exterior. Se burlan de él y hasta ejercen
la violencia cuando trata de liberarlos.
Tan sólo es un resumen del mito e
invito a todo el que lo desconozca a que lo lea.
En este diálogo Platón hace una analogía metafórica: Los
prisioneros atados representan a los seres humanos en estado de ignorancia; las
sombras proyectadas, son las apariencias, lo que creemos que son, el mundo
sensible o de los sentidos; lo que está afuera de la caverna, la luz (el sol)
es el conocimiento verdadero o realidad.
Estamos tan habituados a dar por hecho que la información que nos dan los
sentidos es la realidad que cuando surge algún incidente no explicable por los
sentidos debemos justificarlo para que todo encaje. Estaba soñando, lo imaginé,
me pareció…pero no…
La realidad es una energía, ondas electromagnéticas a diferentes
frecuencias,
que cada cual decodifica o interpreta según sus patrones mentales; que le dicen
que “eso es una mesa” y que “aquello es la pared”. Aún cuando otra persona está
viendo lo mismo, lo interpreta de diferente forma. La realidad, lo que
percibimos como el mundo externo, lo de ahí fuera, no es más que una
proyección “holográfica” de ondas electromagnéticas, energía y pensamiento en
la gran pantalla que es el cerebro. Pondremos un ejemplo: Cuando vemos un
objeto, no lo vemos con los ojos, lo vemos con el cerebro. Los ojos sólo pueden
ver aproximadamente el 1% de todo el espectro electromagnético.
Los ojos captan la longitud de onda de
la luz que emite dicho objeto tan solo del espectro visible. Pero, los ojos no
ven, sólo leen las ondas y a través del nervio óptico las envía el cerebro para
saber que está viendo, para interpretar las ondas recogidas y transmitidas por
el ojo. Por tanto quien ve es el cerebro y nosotros vemos una representación o
interpretación que hace nuestro cerebro de esas ondas.
Y esto sucede con todos y cada uno de nuestros sentidos.
Por si fuera poco, los avances
científicos afirman que el átomo no es más
que energía pura, con inmensos espacios vacíos. Para hacernos a una
idea de las escalas, el núcleo es una pelota de tenis en el centro de un campo
de futbol y los electrones están en las gradas. De forma que la mayor parte
es espacio vacío y sin embargo es el átomo lo que constituye la
pieza clave de la construcción de la materia.
¿Porque las cosas son sólidas? Porque es nuestra mente,
a través de nuestros sentidos, la que nos dice que son así,
porque hemos aprendido desde siempre que son así y porque vivimos en
una realidad común en la cual las paredes no se pueden atravesar y el
fuego quema.
¿Que es la realidad?
Pero la realidad es un término
subjetivo. La realidad es lo que cada uno se crea para si mismo dependiendo de
los pensamientos, la frecuencia y la vibración individual que
emitimos, atrayendo hacia nosotros aquello con lo que resonamos.
La realidad de “ahí fuera”
corresponde al 100% con la realidad interna, y no al revés. Lo siento si
esto se siente mal pero es verdad.
Vivimos atrapados por las imágenes e
historias que nos dice nuestra mente que es lo de ahí afuera y para colmo
nuestros sentidos son pequeñas ventanas que solo pueden recoger una pequeña
porción de todo lo que hay…pero todo tan solo es lo que creemos que es.
No podemos confiar en nuestros sentidos,
ni en la interpretación que damos a las ondas electromagnéticas para decir que
es realidad. La realidad no podemos percibirla en su totalidad, tan solo vemos
sombras en la pared como los prisioneros. Y con esas sombras construimos
nuestra realidad, de forma lógica y estable, todo encaja…pero solo son proyecciones.
Por tanto lo único que nos queda somos nosotros mismos.
Me refiero a que lo único que es real
es nuestra realidad interna. Pongamos un ejemplo:
Una persona siempre está pensando que
pasará lo peor de todas las situaciones posibles, piensa “ya verás como…” ese
pensamiento es real igual que todos los sentimientos y emociones que trae
asociado. Cuando la persona ve en su vida que se presentan situaciones peores
de lo que podían haber sido, se ve reafirmada en su pensamiento. Pero la
situación vivida es una ilusión de su mente, de que las cosas son como a ella
siempre la toca vivir y sin embargo es ella misma quien lo crea para sí. Aunque
al no percibir la realidad, que es su pensamiento quien lo crea, no puede
cambiar de pensamiento, por tanto no puede cambiar la realidad.
Se forma así un bucle sin salida
pensamiento negativo, creación correspondiente (holograma de la situación a
enfrentar), reafirmación del pensamiento negativo.
La única forma de demostrar que esto
es cierto es poniéndolo en práctica.
Mucha gente conoce el secreto pero a pocos
les funciona. Porque en realidad no creamos sobre un folio en blanco sino que
lo hacemos sobre las proyecciones de todos los demás.
Imaginemos que colocamos el dibujo
mental del sitio en el que te encuentras en un folio y cada visión de cada
persona en un folio y ahora todos los folios unos encima de otros. Lo que se
obtiene es un conjunto de patrones o líneas que todos dibujamos más o menos
igual pero levemente distinto. Luego tú diseñas sobre ese patrón no sobre un
folio en blanco. Así es como creamos, en realidad creamos entre todos la
realidad de cada uno. Tanto si conoces el poder de tu pensamiento como si no.
Si todo el mundo puede crear con el pensamiento la realidad que vive,
porqué el mundo no es un lugar mejor; todos queremos lo mejor y ser felices, y
casi nadie lo consigue.
Es que cuando
en la mente de millones de personas se implanta la idea de que todo va mal, el
mundo empieza a ir mal, pues la vibración energética de millones
de cuerpos emitiendo preocupación, miedo y emociones de bajo nivel, no
pueden crear otra cosa que una realidad de bajo nivel, miedo y preocupación.
Viviendo en una realidad impuesta
Hay personas a quienes les interesa
que esta sea la realidad del mundo. Lo que se consigue con esto es mantenernos
en un estado de aletargamiento, de ignorancia, de miedo y de sumisión.
Sin entrar
en teorías de ningún tipo, controlar por medio del
sometimiento de las masas es lo que está sucediendo desde hace siglos y solo
recientemente empezamos a despertar de esta macro-manipulación.
Porque aquellos que saben como funciona la
realidad, nos utilizan para crear la realidad que les conviene. Esta realidad
es implantada a todos y hasta la fecha no hemos podido escapar de ella.
Hay a quienes les interesa que las
personas deleguen su educación, salud, seguridad, toma de decisiones,…en un
sistema complejo, (llámese Estado, Nación) que te impide ver quien está detrás
moviendo los hilos, porque somos demasiado pequeños para hacerlo por nosotros
mismos. La realidad es que dejamos que otros decidan porque creemos que no
podemos hacerlo por nosotros mismos, (¿quién nos convenció de tal idea?).
Creando tu propia realidad
Si todos fuéramos conscientes de que
nuestro pensamiento es capaz de crear la realidad que desee, como un niño
jugando con un trozo de plastilina y moldeando su figura a su antojo,
no habría fuerza capaz de manipularnos.
No se puede controlar y manipular la
conciencia individual de quien conoce las reglas del juego, porque el poder no
lo cede a los que están ahí fuera pidiéndonos que confiemos en
ellos (políticos, empresas, bancos, x), sino que
nosotros controlaríamos nuestra propia realidad manifestando aquello
que deseáramos como el mundo externo o realidad.
En el momento en que los millones de
personas rompieran el cerco de la manifestación actual creada por el
inconsciente colectivo a causa del bombardeo incesante de imágenes y mensajes
implantados en el subconsciente de todos, seríamos
libres, veríamos mas allá del miedo, de
la preocupación por llegar a fin de mes, de ponernos enfermos y de
pagar la hipoteca.
El cerebro como ordenador programado
La realidad que
vemos ahí fuera no es mas que la decodificación de lo que nuestros
sentidos perciben, la información recibida a través de la
vista, energía en forma lumínica o sonora, que entra por
los ojos o por los oídos, pero que solo es procesada por el cerebro. El
cerebro es quien interpreta que esto quema o que aquello esta frío, que
esto duele o que aquello es delicioso.
Por eso la hipnosis y la sugestión
funcionan tan bien, pueden decirle al cerebro que
esa sensación o información que está recibiendo no
corresponde a lo que normalmente nuestra mente lo asociaría, sino a otra
cosa distinta. Te estás comiendo un plátano, pero le dices a tu mente que sabe
a espinacas. Y la persona bajo hipnosis o sugestión jurará que está comiendo
espinacas.
El cerebro se puede manipular, se puede
reprogramar... Tu realidad externa es lo que tu cerebro te hace creer que es, según su programación de
creencias, de limitaciones y de asociaciones. Y esa es la realidad, que tu
mente a su vez, transmitirá hacia el exterior. Y será la realidad que atraerás
hacia ti, una y otra vez.
Ver más allá
Solo conozco una forma de “despertar”,
y en cierto modo consiste simplemente en darse cuenta del engaño, de
la manipulación. Estar en el sistema sin ser parte de él.
El mundo es una ilusión
Date cuenta que todo tu mundo es
una ilusión. Todo es un holograma que tu cerebro crea y procesa según
la información que le llega. Cambia el sistema de procesar esa información
(programación) y cambiará tu mundo. Crea tu propia realidad y haz que esa
sea la realidad del mundo en el que vives.
Rompamos la matriz en la que nos han
metido. Seamos mayores como para ser responsables de nuestros pensamientos y
actos. El control se puede romper solo con saber que puedes elegir, que siempre
puedes elegir.